Sinfonía Primitiva.
Como un juego de reflejos, necesitamos copiar lo que nos rodea, en nuestro ser más primitivo buscábamos relacionarnos con el entorno copiando los sonidos de los pájaros a través de flautas de hueso o creando movimientos como una comunicación directa con la naturaleza, necesitábamos empatizar con la otredad buscando respuestas al enigma de la vida.
En el presente, ya solo existe una pobre comunicación entre la misma especie en su mundo virtual, creamos una nueva realidad disfrazada de evolución pero el enigma de la vida sigue igual que hace siglos, sin resolver. Y los árboles se están cayendo y la tierra grita, pero ya dejamos de hablar con ella hace mucho tiempo.
El despertar de nuestra consciencia a través del arte, esto es como nos relacionamos a la hora de proyectarnos en un movimiento azaroso fuera de nuestra rigidez rutinaria, un ritmo sincopado o una escultura sin trazos definidos, y es que esa conciencia forma parte de como nos conocemos conociendo o nos sentimos al sentir, como un espejo fenomenológico que nos invita a madurar y a estar vivos. Quien copia a quien, la naturaleza nos enseña que somos energía en nuestra raíz, tenemos claro que existen múltiples lenguajes más allá de lo hablado, el movimiento azaroso y energético de una llama o el caer en un tempo moldeado de un ave.